¡Maldita semana con el mundo en contra!
Echo el coche a la cuneta, camino de Castilla.
Me tiro al campo, quiero sentir el sol en la cara.
Pero… ¿por qué los girasoles me dan la espalda?
Echo el coche a la cuneta, camino de Castilla.
Me tiro al campo, quiero sentir el sol en la cara.
Pero… ¿por qué los girasoles me dan la espalda?
Parece que no se puede tener todo, salvo en la imaginación. Y aun así, la frase soñar despierto es engañosa, pues el sueño invita a cerrar los ojos. A veces, entre el sol y los girasoles, es mejor quedarse con la lluvia.
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